
Una mirada, desde lo económico, a los resultados de la implantación de la Tarea Ordenamiento, su impacto en el sistema empresarial, así como de la inflación mayorista y minorista, y los cambios en el entorno monetario actual, ofreció a los diputados Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.
Como parte de la implantación, detalló, se creó un grupo temporal de trabajo, teniendo en cuenta que hubo que rectificar, en la marcha, problemas de diseño y hacer ajustes del proceso, tal y como se previó inicialmente, a partir también de la difícil situación que presentó la economía nacional y las desviaciones del contexto en que se ha tenido que llevar a cabo el Ordenamiento.
Hasta la fecha, puntualizó, este grupo ha realizado 93 reuniones y se han presentado 294 temas, en tanto se tomaron 256 decisiones, que condujeron a la emisión de 171 normas jurídicas, de las cuales ya están en proceso 30.
Para medir los resultados de la implantación del Ordenamiento, resulta necesario hacer una comparación contra el propio diseño de la Tarea, o sea, ver lo que ha ocurrido en la práctica durante estos últimos meses, argumentó.
Como parte de esta reflexión, Murillo Jorge explicó que se ha tomado como fuente de información los estados financieros presentados por las empresas a la Oficina Nacional de Estadística e Información, y que estos datos están expresados en pesos cubanos con la tasa de cambio de 1x24, en los casos que corresponde.
Hasta el cierre del segundo semestre –pues algunos indicadores financieros se llevaron hasta el mes de agosto–, las ventas netas en el sistema empresarial están en el orden de los 308 000 millones y 14 000 millones de exportaciones, expresó. «Las utilidades, en un ambiente de devaluación del peso en el primer semestre, fueron de 33 000 millones».
Afirmó que se acumulan pérdidas por cerca de 7 000 millones, y el 82 % se concentra en el sector agropecuario, actividades del comercio provinciales y otras subordinadas al Gobierno territorial, entre otras.
Algunas empresas, tecnológicamente similares, tuvieron pérdidas y otras no, estas últimas nos hablan de su capacidad para aguantar la devaluación y de la eficiencia en la gestión, aclaró.
Sobre los gastos por pérdidas y faltantes de bienes se contabilizan 1 609 millones de pesos, de ellos, 632 millones en la empresa Medicuba S.A. y 572 en la Empresa Provincial de Comercio de La Habana, el 75 % del total.
Antes de la Tarea Ordenamiento, en un ambiente de 1x1, por cada peso de venta las empresas recibían 14 centavos del Presupuesto, lo que implicaba que una empresa que recibía subvención del Estado podía tener utilidades y, además, repartirla entre sus trabajadores, aseveró el Jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos. Ahora, dijo, se quedó en cuatro centavos, y eso es un resultado positivo del Ordenamiento, pues se reduce la subvención a las ineficiencias del sistema empresarial.
De esos cuatro centavos, el 75 % –mencionó– están asociados al subsidio al consumo, lo que para el año próximo, de estabilizarse los precios, paulatinamente se irá eliminando, y entonces estaríamos hablando de no subsidiar productos, sino a personas, que es el objetivo.
Al referirse a la rentabilidad de las estructuras empresariales, señaló que, como promedio, se trabaja con un 17 %, y que algunas empresas, como el sector agropecuario labora con un índice menor, específicamente del 6 %.
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