
Este viernes en la tarde iba cayendo sobre una esquina que ardía: en Lexington y 38, a solo metros de lasede de la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas,una multitud que ama a Cuba y a su Revolución daba muchos Sí a la Isla caribeña, y también muchos No al bloqueo que le ha negado al bravo país hasta los colores de la vida.
«¡Cuba sí, bloqueo no!», clamaban mujeres y hombres allí reunidos, alzando carteles llamativos para apoyar a una nación tan lejana de esa esquina norteña, y sin embargo tan amada y respetada por muchos.
Lo que no esperaban tantos amigos -la noticia más emotiva de todos estos días en la ciudad que no duerme-, era que el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fuera a saludarles personalmente, y que alzara la voz junto con ellos para decir «¡Cuba sí, bloqueo no!, ¡Cuba sí, bloqueo no!…». En ese momento de la tarde, la esquina de Lexington y 38 era un vórtice de reafirmación y de abrazos de humanidad.
Hermanos, llamó el dignatario a todos los que lo recibieron en la calle. Y a ellos dijo: “Muchas gracias por la solidaridad, muchas gracias por el apoyo, y muchas gracias por estar aquí con nosotros”. Del nutrido grupo, una mujer dio “Gracias a Cuba por ser un ejemplo de lo que una sociedad humanista, con valores revolucionarios, debe de ser”. Dio gracias a Cuba “por ser esperanza alrededor del mundo y globalizarla, por darnos la oportunidad de ver lo que es posible y lo que es necesario”.
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https://www.acn.cu/cuba/diaz-canel-en-nueva-york-con-emigrados-cubanos-3
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