
La aprobación por el Consejo de Estado, este 26 de febrero, del decreto-ley de Bienestar Animal, norma jurídica que sustenta la implementación de la Política de Bienestar Animal aprobada el 19 de febrero de 2021, responde a la materialización de la necesidad de la existencia de una legislación que regule lo relacionado con la materia en el país.
No obstante, la implementación exitosa de las normas jurídicas del decreto-ley requiere de una estrategia efectiva de comunicación y capacitación, basada en el diálogo entre las instituciones encargadas de elaborar el documento con las asociaciones, organizaciones y grupos afines amantes y protectores de animales, y con la población en general.
En base a esta premisa, este 27 de febrero se desarrolló en la sede del Ministerio de la Agricultura (Minag) un intercambio entre autoridades de la entidad y miembros que han intervenido en la conformación de la política con representaciones de grupos relacionados con el trabajo y la protección de los animales. El tama a debatir fueron las prioridades del nuevo decreto-ley.
Orlando Díaz Rodríguez, director jurídico del Minag, en una intervención previa al debate, significó, citando al presidente Miguel Díaz-Canel, que el nuevo decreto-ley es moderno, atemperado al contexto cubano actual y resultado del diálogo con la población como fiel reflejo de nuestra democracia socialista, aunque —ponderó— legalmente siempre ha sido una voluntad política del Estado y del gobierno atender los temas sobre el bienestar animal y la medicina veterinaria.
Asimismo, destacó las premisas que han sido pautas en la elaboración del documento y que, por lo tanto, guiarán la posterior aplicación de la política. Dentro de ellas se encuentran la diversidad biológica; la cultura general e integral de la población, que incluye el conocimiento de los valores éticos y la toma de conciencia y el respeto a los animales; y la necesidad de evitar malos tratos, el abuso y la crueldad sobre los animales, teniendo en cuenta que estos son seres sensibles que experimentan dolor y placer y forman parte del medio ambiente al igual que la especie humana.
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