Ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, y del pueblo de Cuba, encabezaron el homenaje, que tuvo como principal escenario el Pantéon de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La COVID-19 no logró impedir esta vez la tradicional peregrinación hacia ese lugar del camposanto, donde reposan los restos rescatados entonces del mar, frente a las costas de Barbados, de los pasajeros y tripulantes de la nave siniestrada, un DC-8, que aquel aciago día cubría el vuelo 455 de la aerolínea Cubana de Aviación rumbo a Jamaica y con destino a La Habana.
Con estricto apego a los protocolos de salud marcharon familiares de las víctimas, trabajadores de la Aviación Civil, del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), de la Pesca, representantes de la joven generación: el pueblo, llevando en alto las fotos de esos muertos amados, inolvidables.
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