
La situación actual sabemos que es compleja y retadora; compleja por los diferentes elementos de contexto que la rodean y la interacción entre estos factores, y retadora, porque exige una capacidad de nosotros para superar adversidades, para enfrentar toda esa difamación y la enorme campaña mediática, brutal, que se ejerce sobre nuestro país, destacó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante su comparecencia en la Mesa Redonda.
Esa situación, agregó, ha sido atizada, además, por los disturbios recientes que se produjeron de manera concentrada el domingo 11 de julio, que tuvieron una incidencia menor el lunes, y que entre martes y miércoles han estado casi sin hechos.
«Esto responde, indudablemente, tal y como denunció nuestro Canciller, a un plan deliberado y que está en proceso». De ahí, sostuvo, la vigilancia revolucionaria, la actuación de nuestras instituciones, la percepción que debemos tener de la situación, son muy importantes, pues responden a todos los preceptos de la guerra no convencional, al conocido manual para el golpe suave.
Aquí han coincidido varias cosas, señaló. Primeramente, explicó, está el bloqueo de 60 años, recrudecido, y apoyado aún más por las 243 medidas restrictivas impuestas durante la administración de Donald Trump, y que han sido sostenidas. Además, dijo, tenemos el pico pandémico vivido en las últimas semanas.
No obstante, hay un elemento, alertó, que no podemos dejar escapar y es que, en medio de esta situación, aparecen los resultados de Abdala, que la reconocen como la primera vacuna de América Latina y que le permiten a Cuba dar, entonces, un paso más en el enfrentamiento exitoso contra la covid-19.
«Por otra parte, ya se empezaba a hablar y había algunas señas de las intenciones de la actual administración de Estados Unidos de hacer una revisión de algunos puntos de la política hacia Cuba».
Dentro de ese contexto, estaba igualmente la situación energética del país, que ya fue explicada, unida a un grupo de carencias e insatisfacciones, afirmó.
Esta situación, analizada por los que no quieren de verdad un desarrollo de la Revolución Cubana, por los que no aspiran a una relación civilizada y de respeto con Estados Unidos, fue aprovechada por los que creyeron que este momento era el ahora o nunca, sobre todo, por ese sector tan conservador que vincula la mafia cubano-americana, puntualizó.
Entonces, dijo, hay que volver a hablar del bloqueo, de las medidas y la diferencia de contexto. Siempre hemos estado boqueados, somos una generación que ha nacido, crecido y vivido en medio de esa cruel política, pero las condiciones actuales no son las mismas que teníamos en el periodo especial.
En aquel entonces, prácticamente la Isla se quedó sin muchas posibilidades, recordó. «Hoy, a partir de las experiencias acumuladas, desarrollamos, por ejemplo, programas de extracción de petróleo. El resultado es que actualmente una parte básica de nuestra generación eléctrica está montada en termoeléctricas que consumen crudo nacional».
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