La Aduana Mariel se engalanó en el día de hoy para agasajar a cada una de las mujeres que adornan su día a día, en especial a las MADRES, esas que motivan, protegen, aman, educan, sacrifican y viven por la sonrisa y felicidad de sus hijos, de los que han engendrado y de los que han adquirido en esta institución que conforma una gran familia.
Entre versos y flores llegó para ellas la felicitación del colectivo, felicitación que hacemos extensiva hacia cada una de las madres de la Aduana General de la República y de nuestra Cuba, nuestra madre inmensa.
Madre
Una madre es una puerta siempre abierta,
una página en blanco, un nuevo amanecer.
Un madre es un oído atento,
unos pasos que se acercan en medio de la soledad,
un corazón siempre dispuesto,
una lágrima que alienta a pesar de las tormentas.
Una madre es una fuente de ternura que une las distancias,
unos brazos tiernos que se extienden a través del tiempo
y atraen corazones llenos de gratitud.
Una madre es un homenaje a la palabra amor.
Por: Maité Sánchez Pérez
A ti madre
Te entrego madre esta flor
hermosa de luz y bella
y quiero darte con ella
una prueba de mi amor.
Ya sé que con tu calor,
siempre roja ella estará,
y de ti recibirá
tu perfume delicado.
Una flor para una rosa
de su hijo enamorado.
Por: Leisnier García Llamas
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