El can Joy estaba nervioso; olfateaba, rasguñaba. Por momentos miraba el fondo de madera del redil o corral infantil, se rascaba, iba y regresaba. Estas eran señales suficientes para el técnico José Delfín Pinatel Nordet, quien lleva 13 años en la Sección de Técnica Canina de la Aduana General de la República (AGR), del Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana. Él sabía que algo andaba mal.
Acababan de abrirse las fronteras a vuelos internacionales, luego del prolongado cierre provocado por la pandemia de covid-19.
José Delfín, de baja estatura, rapado, algo grueso, comenta: “Estábamos en la Terminal Dos y cuando mis colegas decidieron revisar bien el artículo de madera, que trataba de introducir un pasajero, encontramos casi un kilogramo camuflado de dos tipos de droga: cocaína y metanfetamina.
Esta última sustancia es un estimulante poderoso, sumamente adictivo, que afecta al sistema nervioso central. Puede presentarse en forma de polvo, en una píldora o como líquido aceitoso.
Ese fue el primer caso, luego de la reapertura; solo en el 2023 este muchacho de buen carácter, quien es también veterinario, detectó con sus canes cinco procesos similares de tráfico de estupefacientes, por lo cual recibió una medalla otorgada por la AGR.
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